¡Ah!, el bloqueo

¿Existe acaso comezón más urgente pulsión más violenta, que la necesidad de reventarse la cabeza contra el teclado esperando a que algo suceda?

¡Tranquilo! A veces el bloqueo no es más que impaciencia. La semilla de la historia ya la tienes dentro, es solo cuestión de hacerla brotar.

Te presento, entonces, tres propuestas.

Un laboratorio de escritura donde sentarnos a experimentar:



Tienes la chispa, te falta la yesca. En esta clase virtual de dos horas, repasaremos los fundamentos de la estructura, la voz narrativa, el punto de vista, y haremos un repaso por los errores más comunes para identificarlos y evitarlos a tiempo. No se trata de un vídeo pregrabado, sino una tutoría para escritores personalizada, un ida y vuelta en el que conversaremos y resolveremos todas las dudas que tengas.  Es un punto de partida para aquellos quienes se están iniciando en el arte de escribir.


Quizás sospechas que las pistas en tu crimen son muy obvias, quizás crees que la acción es confusa, que los cambios muy bruscos, o muy sutiles, o están injustificados. En el espacio de un mes, abarcaremos hasta un máximo de 4 capítulos, trabajando en cuatro sesiones de una hora, donde pondremos el ojo en esos detalles que hacen memorable a una escena: las siembras a tus próximos puntos de giro, así como las caracterizaciones que texturizan y dan vida a los grandes personajes.


Es sabido que lo bueno siempre toma su tiempo, y esta opción combina las dos anteriores. Leeré tu manuscrito parcial, y juntos determinaremos los puntos fuertes y débiles del texto; trabajando la estructura, los personajes, el estilo y las obras externas con las que la tuya conversa. Luego, tras una reunión, se trabajará la novela progresivamente, con seis sesiones amoldadas a tus tiempos de escritura.